Hace unos días, conseguí sacar un ratillo para avanzar en el proyecto experimental del muro trombe. Tras pensarlo un tiempo recordé un detalle constructivo que aprendí en los años de carrera, un detalle un tanto peculiar.
El objetivo de este tipo de unión es apoyar una viga sobre otra, de manera que, sin necesidad de un apoyo intermedio, con elementos estructurales relativamente cortos, podamos cubrir espacios mayores.
Es útil en el caso de que no tengamos acceso a elementos estructurales (vigas) de gran tamaño, ya sea por problemas con el transporte, o porque la materia prima se encarezca con grandes dimensiones.
En primer lugar fui al vertedero del que ya hable en Muro trombe en Castilla y Leon II para rebuscar unas maderas que me pudieran servir de vigas. Buscaba unas madera que tuvieran resistencia, lo más rectas posible, y realmente me ha costado encontrarlas. La madera está muy seca y en gran parte podrida, además los machones de mejor calidad de han llevado para mantener las chimeneas de las casas del pueblo.
A falta de cortar los palos a la medida deseada, he querido probar la resistencia y la posibilidad constructiva. Colocando en el suelo un taco para elevar la punta de uno y apoyando los demás alrededor.
Para el último ha sido necesario elevar más el conjunto, por lo que a la hora de la construcción será necesario el mismo procedimiento.
He comprobado la resistencia de la cubierta subiéndome al centro de la misma y saltando sobre ella. Se ha hecho evidente la flexibilidad del conjunto pero no se a escuchado ningún crujido.
Por ultimo me he dado cuenta de que cuanto más cerrado es el cuadrado que se crea más pendiente tiene la cubierta. Es un dato importante según la localización de las construcciones.
No he encontrado enlaces en referencia, por lo que estaré encantado si alguien me lo puede indicar.
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